El duelo de tus Hijos No Nacidos
- Romina Clemente
- 21 abr 2017
- 4 Min. de lectura
TUS HIJOS NO NACIDOS.
Es que crees que tu no nacidos ya no están, pero nunca te han dejado. Lo sabes, lo sientes en tu intimidad y en cada pantallazo de recuerdos. Esa culpabilidad estéril de nada sirve. Todo es un pacto mutuo en este mundo físico pero la historia, al no haber terminado del modo esperado solo tiene una cosa mas que pedir: Luz. En tu corazón, que todo lo sabe y que conoce tu mejor destino, algo tironea desde el lado del recuerdo dolorido, triste. Pero es solo incomprensión. Es solo que tu misma te condenas y nadie mas. Sabes que ese ser también eligió venir a vivir esa experiencia tal como la vivió? Sabes que para que un acto cuántico suceda, todos los actores necesitaron vivir esa experiencia y cada uno en su papel? Sabes que la culpa no existe y que es el veneno mas nocivo que por milenios ha bebido la humanidad? Cada ser maravilloso que solo vino a que tu clan no olvide muertos anteriores y que es un eco de aquellos muertos que tu árbol no ha podido asimilar por tanto y tanto dolor, pide solo una cosa, ser visto, ser reconocido, no ser olvidado. Que le hables, siempre escucha, quiere que ya comprendas que no debes sufrir, simplemente reconocerlo. Es algo mucho mas profundo y viejo de lo que tu crees. No crees que tal vez ha llegado el momento de darle un lugar en la Tierra? No te parece una buena idea darle, por fin, sepultura? Así lo han hecho los pueblos por milenios y así está en el inconsciente colectivo de tu especie. Toda vida comienza con una concepción y finaliza con un entierro. Quiero invitarte a que, por fin, se liberen mutuamente.
¿Por qué un ritual de despedida?
Un ritual en sí mismo es sanador. Es como una ayuda extra para superar las emociones que acompañan a la pérdida. Cuando estás embarazada y de repente dejas de estarlo, te queda una sensación de confusión enorme; ¿ya está?, ¿ya no estoy embarazada?, ¿qué le pasaba a mi bebé?, ¿por qué ha ocurrido esto?, ¿y ahora qué?, ¿he hecho algo mal?… Son muchas las preguntas, los miedos, la culpa que se amontonan en tu cabeza como una bola de nieve que no para de crecer. De repente todo ese mapa dibujado de un futuro próximo (bordado con ilusiones, emociones,deseos), se borra de un plumazo, como si nada. Y eso hay que encajarlo, y digerirlo.Los expertos dicen que cuando se produce una pérdida, nuestro cerebro debe procesar mucha información en muy poco tiempo, lo que suele provocar un bloqueo emocional, en el que se sufre mucho. Yo diría que es devastador.
Por eso, los rituales de despedida sirven. La evidencia científica (no es magia, ni misticismo) ha demostrado que los rituales son una herramienta que ayuda al cerebro a re procesar toda la información, y facilitan que a nivel neuronal se realicen las conexiones necesarias. Por eso, son utilizados habitualmente en terapia desde los años 70.
¿Para qué sirve un ritual de despedida en la pérdida gestacional?
Para despedir al bebé, ya que en nuestra sociedad no hay un lugar ni un momento para esta despedida trágica.
Para otorgar al bebé una identidad y un lugar en la familia y en la sociedad.
Para ayudar a digerir emocionalmente la situación.
Para elaborar el duelo, y esto me parece especialmente importante pues si la madre no se permite vivir el duelo y la pérdida (haciendo quizás como si no hubiese ocurrido nada), quedará como en un limbo, con la sensación de que algo quedó a medias, sin acabar, sin cumplir, con todas las repercusiones que esto puede tener para su forma de ser y de estar en el mundo.
¿Como Hacerlo?
Algunas opciones para hacer tu duelo
Ritual de la Piedra
Escoge una piedra que lo represente, comunícate en intención con el/ella, representado en esa piedra. Ponlo cerca tuyo, pasen una tarde juntos, o el tiempo que consideres.. comunícate desde lo mas profundo, expresale lo que sientes, pídele perdón si lo sientes, ponle un nombre, dile que es tu hijo y que tiene un lugar en tu clan, dile qué número de hijo es, dile que es hora de que ambos se despidan pero que siempre será tu hijo, dile todo lo que sientas. Luego escoge un lugar, que sea en tierra, no en maceta, no en balcón, no en agua. Que sea en la Madre Tierra. Puede ser en tu jardín, un parque, la orilla de un río, una plaza, la montaña. Haz un pozo pequeño. Coloca allí la piedra, si lo sientes coloca un papel pequeño con su nombre, despídete, tápalo, conéctate nuevamente en la despedida y dile, ahora si. Adiós. Luego, si lo sientes y tienes mas hijos, será maravilloso que hables con ellos y les cuentes esta historia que por años has llevado como una carga y verás que nadie te juzga, que solo tu lo hacías y que no era necesario. Los hijos ya lo saben o, simplemente, lo aceptan, abrazan, perdonan. Comprenden. Esta es otra nueva generación. Es hora de una mutua liberación. Tu clan te lo agradecerá.
El ritual de la carta
Escribir una carta al bebé a través de la que nos despediremos y agradeceremos el tiempo que pasó entre nosotros, darle permiso para marcharse, expresarle el enfado por no haberse quedado más tiempo, comunicarle lo que se le ha amado y amará… La verbalización de los sentimientos facilita la toma de consciencia de la situación y dejar las emociones en el pasado.Para mí escribir la carta de despedida a un hijo puede ser una de las cosas que más sirva,ya que las palabras que se le escriben van a salir seguramente de lo más profundo del alma.
¿Y después de escribirla qué hacer con ella?
Lo que quieras, puedes guardarla y releerla tantas veces como necesites, quemarla y esparcir las cenizas, lanzarla al aire con un globo de helio, o en una botella al río,… Es un acto simbólico pero me parece muy significativo. ¿cómo saber que una mujer ha transitado con éxito el duelo gestacional? Expertas como M. Àngels Claramunt dicen que “se sabe cuando en ella no hay pensamientos obsesivos ni angustia, ya sea ante el embarazo que perdió, ya sea ante la posibilidad de uno nuevo.”Creo que voy por buen camino…
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